martes, 21 de julio de 2009

LAS RAZONES DE LA ENERGÉTICA ORGANIZACIONAL

La Energética Organizacional, EO, es una ciencia cuyo objeto de estudio es la organización humana, es un estudio integrado y detallado para comprender ese superorganismo conformado por seres humanos: seres vivos racionales.

La diferencia del estudio que de las organizaciones hace la EO se basa precisamente en concepto de ser vivo que se les da las mismas. La aproximación es totalmente nueva y se lleva a cabo desde las ciencias que estudian a los seres vivos: la biología y sus ramificaciones. Sin embargo el origen de la Energética Organizacional está en el concepto de ser vivo que tiene Oriente, en especial la China.

La Energía es la fuerza vital que permite el desarrollo de la vida, el concepto de ésta fuerza creadora no es exclusivo de oriente, de hecho, se encuentra prácticamente definido en todas las escrituras y tradiciones ancestrales del mundo. Sin embargo mientras en Oriente esa energía fue asumida como parte integral del hombre, en la tradición judía fue comprendida como algo externo a él, y por lo tanto ajeno a su propia naturaleza. El mismo concepto oriental estaba ampliamente asimilado en las culturas americanas antes de la invasión europea.

La Energética Organizacional estudia a la organización humana desde esa perspectiva considerando varios aspectos para su estudio:

1. Toda organización está conformada por seres vivos individuales.
2. Cada ser vivo, sin importar su tamaño requiere de energía para vivir.
3. Es una la Energía requerida para crearse, construirse, recrearse y transformarse.
4. La organización es una especie de proyección fractal del ser humano o del ser vivo.
5. La organización es un superorganismo sujeto a los principios de la fisiología.
6. La organización es un sistema abierto y por consiguiente sometido a sus leyes.
7. El objetivo de la organización es la proyección de los objetivos personales.

Los seres vivos parecen existir en el planeta Tierra, que por cierto es un superorganismo, con el único objetivo de preservar la vida. En este aparte ser vivo es una célula, Imposible entender aún como apareció la primera sobre la faz del planeta, pero desde entonces no ha hecho más que reproducirse y adaptarse, creando en este proceso innumerables formas de vida, cada una tan extraordinaria y sorprendente. Solo hay que sentarse en un campo abierto con el bosque al frente para darse cuenta la capacidad creadora de esa célula.

La célula posee un alto grado de sociabilidad, porque es esa característica la que le permitió la sobrevivencia y la evolución. Y desarrolló innumerables clases de seres u organismos diversos, diferentes, extraordinariamente inteligentes. Esa célula que vive por la transmutación de la Energía en su interior posee todo su secreto.

Y no es un cuento mítico, es una realidad plasmada en la fotosíntesis. Las células de las hojas de las plantas toman la energía solar y la transforman en materia orgánica. Día a día repiten esa intensa actividad creadora que da sustento a toda la vida en el planeta primero porque en dicho proceso se libera el oxigeno requerido para la gran mayoría de seres vivos y segundo porque crean la masa orgánica que sostiene a los demás habitantes del planeta. Por algo los indígenas y aborígenes de todo el planeta tienen al Sol como el dador de vida, porque sin esa fuente inmensa de Energía la vida no existiría.

Cada célula está realizando un proceso de transformación energética a cada momento. Reacciones bioquímicas que en síntesis son un proceso de transformación de energía en materia y viceversa. Cada célula es un pequeño reactor donde la transmutación alquímica descrita en los principios taoístas se sucede permanentemente.

Y es allí donde esta investigación nace. Inicialmente se quería entender la forma como se aplicaba el Pa-Kua en una organización. El Pa-Kua o Bagua es la herramienta esencial del Feng Shui, ciencia ancestral china que relaciona el espacio físico que habita el individuo a partir del concepto en el cual la casa representa el mundo interior del mismo. Para entenderlo se requería conocer el Bagua y sus orígenes.

El Pa-Kua está descrito en el I Ching, donde se narra el concepto de los ocho hexagramas que lo conforman. De manera poética va describiendo el ciclo de la vida aplicable a todo: el ser vivo, la Tierra, la idea y la organización. En el Pa-Kua se describe el proceso del cambio, la interrelación de todos los componentes y las leyes naturales, todo en un sencillo párrafo. El Pa-Kua es una sencilla descripción del proceso energético de lo creado.

Se hace necesario profundizar sobre el Bagua y los resultados son sorprendentes y muy importantes. El Bagua está en toda la sabiduría y conocimiento de la cultura china: en su medicina, en sus artes marciales y en su explicación del entorno. Y tras ese estudio es fácil darse cuenta que el concepto de la Energía está totalmente interiorizado, es algo común en la vida en aquella parte del mundo. La Energía, la Materia y la Vida son sinónimas y cada uno es parte del otro en un proceso de transformación permanente.

En el Pa-Kua Tai Chi se aprende la relación con los diferentes órganos del cuerpo. Algunos evidentes, otros no tanto, mas esta información abrió otra puerta en esta investigación: el Bagua está relacionado con el cuerpo humano y por extensión con la fisiología. De hecho el estudio energético del hombre que se hace para aprender la acupuntura y la medicina china es solo la explicación fisiológica humana a nivel de la Energía. Los órganos son centros funcionales y energéticos, llevando tareas en las dos dimensiones que interactúan permanentemente. El estado energético del individuo condiciona su estado físico y viceversa, a la ciencia occidental le ha tomado más de cuatro mil años el darse cuenta de ello.

Desde la visión china, el ser vivo es un complejo organizado para transformar Energía, cuando están correctamente sincronizadas sus partes, el ser es capaz de llegar incluso a controlar la energía y realizar cosas totalmente sorprendentes, conocidas en Occidente como milagrosas. Llegar a esa comprensión esencial del vínculo energía-materia-vida es posible pero es un camino arduo, exigente y riguroso. El libro del Camino, el Tao Te King lo describe. Es ese antiquísimo libro la fuente del conocimiento chino sobre la Energía.

La conexión entre el Pa-Kua y los órganos del cuerpo humano direccionaron esta investigación hacia el estudio de la fisiología humana. No se pretendió hacer un estudio exhaustivo de la misma, más bien una especie de estudio comparado entre las funciones orgánicas y su actividad como centros energéticos y emocionales de los individuos. Para ese entonces, la investigación parecía estar muy lejana de su objetivo inicial que era la energía en la organización humana, parecía no tener relación, salvo desde tres puntos que ya estaban claros: la organización como ser vivo requiere de energía, el feng shui estudia el estado energético de los seres vivos y el Pa-Kua describe los ciclos de vida de todo ser vivo. ¿Cómo relacionarlo todo esto con la fisiología humana y con el concepto de organización occidental?

El primer objeto de estudio de la fisiología humana en occidente es la célula, la parte autónoma más pequeña del organismo. Autónoma significa aquí que posee la capacidad de vivir funcionalmente por sí misma. Pareciera que se hubiese dado una vuelta en circulo y vuelto al mismo punto, pero no es así, el trayecto ha sido en espiral ascendente. Ahora existía una comprensión más amplia de la célula y adicionalmente se entendía que la célula era al organismo lo que el ser humano a la organización.

La investigación conduce a resultados interesantes e importantes: las funciones celulares describen de una u otra forma a los seres vivos, entre ellos los humanos. Si volvemos un momento al ciclo de la vida descrito en el Bagua sorprende el darse cuenta del intenso proceso creativo que se inicia tras la concepción: dos semicélulas se unen y se desenvuelve dicho proceso creativo con tal intensidad que no cesa nunca solo hasta la muerte. Las dos semicélulas poseen toda la información de la vida y un programa que se desarrolla paso a paso con una metodología perfecta. Nace una célula que se duplica y se transforma indefinidamente en un proceso denominado gestación. Es algo increíble.

Durante el ciclo de vida de un individuo, las células nacen y mueren permanentemente, después de la creación de la primera, el proceso se repite casi indefinidamente, cuando se detiene la creación de células el ser muere inevitablemente pues no hay mas regeneración. Las células mueren por envejecimiento o por enfermedad. La enfermedad es un estado celular en que éstas pierden su capacidad de transformar energía y sin ella, no hay vida. Estos son los bloqueos de energía, que en caso de permanecer pueden conducir a la muerte.

En fisiología la muerte celular se denomina corrupción. En este punto la investigación tomó un cariz totalmente nuevo. En el mundo de hoy existen dos palabras que brillan en el universo de los medios de comunicación y del lenguaje humano: Energía y Corrupción. Están presentes en todas las noticias, en todos los periódicos y noticieros. Existen múltiples formas de Energía y también de corrupción. La corrupción hace parte constitutiva de la organización, es innegable, como lo es la energía, se puede concluir que son las dos caras de la misma moneda.

En aquellos momentos de la investigación, la aparición del término Corrupción significó el puente que relacionase a la organización humana con la fisiología, porque su enfermedad, su deterioro, se debe a que las células que la conforman están enfermas. Esta comprensión fue muy importante para el desarrollo del trabajo y se constituye en el objetivo esencial y existencial de la Energética Organizacional: Si la organización está enferma se debe trabajar en sanar a los individuos que la conforman.

Entender este axioma de la Energética Organizacional es entender que los órganos del cuerpo no existen, existen conglomerados de células que llevan a cabo tareas específicas en total sincronía. Esos conglomerados son denominados en fisiología como órganos, esa es la forma como se pueden entender desde el punto de vista funcional, pero en realidad cada ser vivo solo está formado por células diversas en cuanto a su funcionamiento, pero la información vital de cada una de ellas es la misma, genéticamente son iguales. La enfermedad celular compromete a todo el individuo.

El estudio de la fisiología humana permitió entender el funcionamiento básico del organismo. Primero la célula, los tejidos, los órganos y los sistemas. Las células forman tejidos que a su vez dan paso a los órganos y estos a los sistemas. Un sistema es un conjunto de órganos que permiten el desarrollo de actividades y proceso del organismo para garantizar su vida. No se debe olvidar que la vida organizada no es más que la forma que diseñó la vida para protegerse a sí misma.

La vida se fue organizando lentamente, el mundo vegetal es el gran transformador: toma los elementos inorgánicos de la Tierra y los vuelve bioquímicos asimilables por y para todos los seres vivos. Luego los animales adquirieron movilidad que les permitió diseminar la vida por todo el planeta. Otros seres vivos como las bacterias y los hongos desempeñan el papel fundamental de reciclar los elementos orgánicos para transformarlos en inorgánicos puros que podrán ser asimilados de nuevo por los vegetales reiniciando el ciclo.

Dentro de cada ser, las células actúan de manera análoga en pro de la conservación de la vida. Entonces hay grupos de células encargadas de captar y distribuir energía: los sistemas respiratorio, digestivo y circulatorio. Otras se encargan de vigilar los procesos voluntarios e involuntarios o metabólicos del organismo: el sistema nervioso y su socio el endocrino. Otro grupo está dedicado a la protección del organismo contra intrusos que puedan afectar sus propias células o al cuidado de las mismas: el sistema linfático. Todo eso para que el ser pueda realizar su actividad preservadora de la vida. En el caso de los seres racionales toda esa maquinaria está al servicio de su capacidad transformadora y creadora.

La investigación había llegado a un punto culminante. Ahora era menester identificar tales órganos y sistemas en las organizaciones humanas. No era tan sencillo, la frase típica de muchos empresarios, académicos y trabajadores es: Las organizaciones no tienen corazón, menudo obstáculo para sortear. Sin embargo, al menos desde el punto de vista de la fisiología, si lo tienen: las partes de una organización requieren de recursos ¿Quién se los provee? La respuesta es: El Corazón.

Buscando el Corazón de una organización, la investigación encontró una pieza clave que la fortaleció considerablemente. En un organigrama convencional tipo jerárquico no es posible ver los vínculos entre las diferentes dependencias, las cuales generalmente responden a cuadros más altos de la jerarquía y estos a su vez responden a la alta dirección. Se necesitaba conocer esos vínculos reales o imaginarios en los niveles bajos de la organización. Se diseñó un organigrama que permitiese ver los vínculos entre las diferentes secciones y la sorpresa fue la de encontrar que dicho grafico se parecía a una molécula orgánica, pues era un diseño tridimensional.

La investigación se enrumbó hacia la teoría de nodos y de allí rápidamente se pasó a la del caos que abrió el camino hacia la Teoría General de Sistemas. Afortunado encuentro que le dio un asidero científico occidental a la Energética Organizacional. Para entonces todo el trabajo de la Energética Organizacional se dirigía hacia una Planeación Estratégica que cubriese toda la organización. Ya estaba claro que la organización respondía a los ciclos de vida descritos en el Bagua del I Ching, pero era importante traducirlo en términos de Occidente, la Teoría General de Sistemas aportó el diccionario.

Aun mejor, la visión que se tenía desde la fisiología adquirió un sustento real, pues la Teoría General de Sistemas es aplicable tanto a los sistemas físicos como a los biológicos, por extensión a los humanos y sociales. Es muy importante su aplicación hoy en día en todas las ciencias exactas, naturales y humanas. La TGS permitió consolidar a la Energética Organizacional integrando a la bioenergética china con la fisiología humana proporcionando una nueva visión del individuo dentro de la organización, que permitiese a su vez transformar las organizaciones humanas en organismos protectores y promotores de vida.

La Energética Organizacional no se queda en el conocimiento puro y teórico, apunta hacia la transformación dinámica de las organizaciones, el objetivo es acabar con los bloqueos y poner en marcha esa energía creadora consciente de los miembros que la conforman. Busca inicialmente el fortalecimiento personal a través del autoconocimiento y la sanación personal para luego trabajar con los vínculos dentro de la organización cualquiera que ella sea. Esto ha de conducir a una toma de conciencia dentro de la misma que se lleva a cabo en un proceso denominado Planeación Estratégica Humanista, es decir centrada en el ser humano y en sus necesidades como base para erradicar la corrupción, motivar y proporcionar empoderamiento.

Ibagué, Julio 20 de 2009.